Escrito por: Laura Cuenca.
El vino es un placer que algunas personas disfrutamos mucho, pero no siempre se sabe cómo podemos apreciarlo mejor, incluso podemos llegar a pensar que se requiere de una larga carrera como catador profesional.
La cosa no tiene que ser tan complicada sobretodo si sólo queremos aprender a apreciar el vino de nuestra preferencia; es decir, no buscamos dedicarnos a esto de manera profesional.
Así que aquí tienes estos sencillos pasos a seguir para poner en práctica de inmediato y así comenzar a entrenar tu paladar, poner en sintonía tus sentidos con tu cerebro y así disfrutar más los vinos en adelante.
Elige el vino de tu preferencia y sírvelo en tu copa favorita, ve a una habitación con luz neutra en tu casa, inclina la copa frente a tí en un ángulo aproximado de 45º y haz una inspección visual del vino. ¿Qué visualizas? El color, su opacidad o su viscosidad, que comúnmente se conoce como “las piernas del vino” porque si mueves en círculos la copa podrás ver cómo se marcan líneas verticales derivadas de la viscosidad.
También puedes descubrir más detalles en la etiqueta de la botella, así podrás conocer el o los tipos de uvas que se utilizaron para la elaboración, su porcentaje de alcohol o ABV (alcohol by volume), la región donde fue elaborado, su edad; en fin, en este paso no debes invertir más de 5 segundos.
Acerca la copa a tu nariz y aspira profundamente, concéntrate y trata de identificar los aromas que percibes.
Lo primero que se recomienda es tratar de identificar aromas frutales por ejemplo en el vino blanco piensa en cítricos o en aromas frutales. Para un vino tinto, piensa en el color de la fruta, trata de identificar si los aromas frutales corresponden a frutas rojas, azules o negras.
Después trata de identificar notas de hierbas o flores.
Ahora concéntrate en el proceso, ¿detectas algún fruto seco como la nuez o la almendra? También puede que detectes el olor característico de la levadura.
Por último piensa en las barricas, ¿qué aromas detectas? tabaco, roble, cedro, coco, cuero.
Toma un pequeño trago y pasealo dentro de tu boca, respira desde dentro de tu boca hacia la nariz (a esto se le conoce como olfato retronasal) trata de identificar los sabores, ¿qué percibes? dulce, amargo, agrio.
Seguramente podrás percibir sabor ácido, todas las uvas tienen esta característica, pero puede variar según la región y el clima en donde fueron cultivadas.
Con toda la información que has recopilado con tus sentidos; la vista, el olfato y el gusto, trata de desarrollar mentalmente el perfil del vino, algo sencillo que puedas memorizar y archivar como un recuerdo fácil de extraer de tu cerebro fácilmente, elabora un mapa mental del vino, una pequeña tarjeta virtual con las características que acabas de sensibilizar.
Pero sobretodo… ¡Disfruta el momento! cheers! 🥂
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El vino es un placer que algunas personas disfrutamos mucho, pero no siempre se sabe cómo podemos apreciarlo mejor, incluso podemos llegar a pensar que se requiere de una larga carrera como catador profesional.
La cosa no tiene que ser tan complicada sobretodo si sólo queremos aprender a apreciar el vino de nuestra preferencia; es decir, no buscamos dedicarnos a esto de manera profesional.
Así que aquí tienes estos sencillos pasos a seguir para poner en práctica de inmediato y así comenzar a entrenar tu paladar, poner en sintonía tus sentidos con tu cerebro y así disfrutar más los vinos en adelante.
Paso uno: Observa
Elige el vino de tu preferencia y sírvelo en tu copa favorita, ve a una habitación con luz neutra en tu casa, inclina la copa frente a tí en un ángulo aproximado de 45º y haz una inspección visual del vino. ¿Qué visualizas? El color, su opacidad o su viscosidad, que comúnmente se conoce como “las piernas del vino” porque si mueves en círculos la copa podrás ver cómo se marcan líneas verticales derivadas de la viscosidad.
También puedes descubrir más detalles en la etiqueta de la botella, así podrás conocer el o los tipos de uvas que se utilizaron para la elaboración, su porcentaje de alcohol o ABV (alcohol by volume), la región donde fue elaborado, su edad; en fin, en este paso no debes invertir más de 5 segundos.
Paso dos: Huele
Acerca la copa a tu nariz y aspira profundamente, concéntrate y trata de identificar los aromas que percibes.
Lo primero que se recomienda es tratar de identificar aromas frutales por ejemplo en el vino blanco piensa en cítricos o en aromas frutales. Para un vino tinto, piensa en el color de la fruta, trata de identificar si los aromas frutales corresponden a frutas rojas, azules o negras.
Después trata de identificar notas de hierbas o flores.
Ahora concéntrate en el proceso, ¿detectas algún fruto seco como la nuez o la almendra? También puede que detectes el olor característico de la levadura.
Por último piensa en las barricas, ¿qué aromas detectas? tabaco, roble, cedro, coco, cuero.
Paso tres: Prueba
Toma un pequeño trago y pasealo dentro de tu boca, respira desde dentro de tu boca hacia la nariz (a esto se le conoce como olfato retronasal) trata de identificar los sabores, ¿qué percibes? dulce, amargo, agrio.
Seguramente podrás percibir sabor ácido, todas las uvas tienen esta característica, pero puede variar según la región y el clima en donde fueron cultivadas.
Paso cuatro: Piensa y concluye
Con toda la información que has recopilado con tus sentidos; la vista, el olfato y el gusto, trata de desarrollar mentalmente el perfil del vino, algo sencillo que puedas memorizar y archivar como un recuerdo fácil de extraer de tu cerebro fácilmente, elabora un mapa mental del vino, una pequeña tarjeta virtual con las características que acabas de sensibilizar.
Pero sobretodo… ¡Disfruta el momento! cheers! 🥂
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