Escrito por: JADE.

The Crown


Muchas fueron las expectativas que millones nos creamos entorno al lanzamiento de la cuarta temporada de The Crown, serie que entre otras pocas, da sentido a la plataforma Netflix.

Y no es que fuera por el mal sabor de boca que dejó la tercera temporada debido al cambio de actores en los roles personales, sino porque abordarían el tema que muchos estaban esperando: el caso de Lady Di o Diana de Gales y todos los misterios, mentiras, medias verdades y fantasías que giran en torno a sus primeros años de vida con el Príncipe Carlos.

No obstante, creo que fue un acierto el manejo de los realizadores en cuanto a presentar una situación en la que ambos protagonistas de este escándalo del siglo pasado son 50% responsables y 50% víctimas de las ideas y presiones de la Reina Isabel II, las tradiciones de la corona británica y su círculo más cercano; sin embargo, pienso que la serie nos queda a deber más de lo que nos dio.

Josh O’Connor (Príncipe Carlos) y Emma Corrin (Princesa Diana)
Josh O’Connor (Príncipe Carlos) y Emma Corrin (Princesa Diana) 

Con el afán de no perder el foco en el personaje de la Reina y su problemática durante los años que se abordan en la serie, dejan muchos detalles de la vida de Diana que a todos nos hubiera gustado ver y conocer. Por ejemplo, más argumentos que hagan creíble sus amoríos con otras personas. El nacimiento de sus hijos y las circunstancias en las que estas se dieron pasan prácticamente inadvertidas. Las razones de Carlos que preceden el matrimonio con Lady Di se tocan de forma muy superficial.


El círculo de amigos que comienza a frecuentar Diana en esos años y cómo la influenciaron las ideas sociales y políticas de estos para adoptar el comportamiento y las acciones que fueron determinantes en las decisiones que tomaría en el futuro, mismo que aún no se toca en esta temporada.

Por el contrario, a los realizadores de la serie les importó más alimentar el drama adecuando cosas que pasaron en la realidad en algo que definitivamente no ocurrió; es decir, mintieron flagrantemente. Me refiero a la escena en la que se ve a Diana en el escenario de un teatro haciendo una presentación a forma de regalo en el cumpleaños de Carlos que lo hacen ver como un evento público. 



Eso no fue así, existen documentos que comprueban que fue un evento privado que no tenía nada que ver con la celebración de un cumpleaños del príncipe. Es una mentira contada de tal forma que crea una imagen de una Diana egocéntrica y un Carlos convertido en ogro. Mal.

Emma Corrin y Josh O’Connor
Josh O’Connor (Príncipe Carlos) y Emma Corrin (Princesa Diana) 

Debo reconocer que el esfuerzo de los actores fue extraordinario para hacer lucir esta cuarta temporada lo más posible, aunque en ocasiones era muy difícil por el tratamiento que se le dio a la historia. Sin embargo, Emma Corrin (Princesa Diana), Josh O’Connor (Príncipe Carlos), Olivia Colman (Reina Isabel II), entre otros, estuvieron geniales.

Mención aparte merece la pésima actuación y caracterización de Gillian Anderson, como la ex primera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher. Sobreactuada, avejentada de más y con una ambigüedad que dudo mucho que fuera así en la vida real.

Gillian Anderson como Margaret Thatcher
Gillian Anderson como Margaret Thatcher

En mi opinión, los mismo creadores de la serie no supieron bien a bien cómo dejar la impresión de ese personaje. Para algunos pasará como villana y para otros como héroe. 

En fin, hubo dificultades y todos pagamos el costo de nuestras altas expectativas.

A partir de ahora no me haré tantas ilusiones en cuanto a lo que venga para la siguiente temporada de The Crown que ya ha sido confirmada por la popular plataforma de streaming. Con este antecedente, la muerte de Diana pasará como una simple anécdota, para no pisar callos, creo yo.


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