Escrito por: JADE.

Estadio de fútbol Barcelona


Después de la telenovela que protagonizaron, por un lado, el ídolo de millones en el mundo, el argentino, Lionel Messi, y por el otro, la nefasta directiva del equipo de fútbol, Barcelona, liderada por Josep Maria Bartomeu, el desenlace no es precisamente algo muy positivo que digamos.

Me explico, según las palabras de Messi en una entrevista para la revista especializada en este hermoso deporte, Goal, la decisión es meramente económica. La verdad es que dijo que no quería ir a tribunales contra el equipo de su vida; sin embargo, cuando uno ve que había 700 millones de euros de por medio, no se necesita ser adivino para saber que ese asunto le saldría costosísimo al astro argentino. Eso sin contar los honorarios de los equipos de abogados que vaya que saben cobrar y un posible alargamiento del pleito que le dejaría un hueco enorme en el bolsillo.

Por tanto, se queda un año más y habrá de jugar con todo lo que tiene en contra de la directiva, pero agravado por la razón de no cumplir lo que eran sus deseos por lo que él considera una traición por parte de Bartomeu, quien le había asegurado que podía irse cuando quisiera, pero a la hora de anunciarlo, le sacó la cláusula del contrato de la manga.

Entonces, la duda es si esto conviene al equipo y a la fanaticada. Tener un jugador de malas en el campo no es bueno para nadie. Las cosas pueden llegar a contagiar a otros compañeros, mientras que a algunos esto podría parecerles una traición en el campo de juego y el rendimiento, por fuerza, disminuye.

Nadie duda del profesionalismo del hijo predilecto de Barcelona; sin embargo, es humano y podría salirle la sangre caliente argentina y pues, explotar en un determinado juego cuando las cosas no salgan como él quiere.

Lio Messi


Y es que todo tiene que ver con la manera en que se ha manejado al equipo los últimos años. El reclamo de Messi hacia la directiva es la ausencia de proyecto, es el estar reaccionando sin mucha idea de qué es lo que se quiere y eso le molesta porque, de acuerdo con lo que él piensa, el equipo no va a ninguna parte.

Viniendo de alguien como Lionel, pues la lógica nos dice que habría que tomar en serio sus palabras, pero al parecer, la personalidad del actual director del club es demasiado arrogante como para aceptar que las cosas van mal y se requiere un cambio de rumbo, un proyecto y una idea deportiva para recuperar la senda del triunfo.

Entre otras cosas, la gota que derramó el vaso fue su más reciente derrota en la Liga de Campeones frente al fuerte rival alemán, Bayern Múnich; sin embargo, se asegura que las inconformidades de Lionel Messi y otros en el plantel, ya lleva tiempo.

Y es que a nadie le gusta perder con semejante equipo, más cuando se sabe del potencial propio, la historia de la camiseta y los resultados anteriores. 

Pero con todo y eso, sigo pensando que el año que le queda por delante al Barça y su ídolo, Lionel Messi, será muy difícil y hasta veremos momentos incómodos para todos en algún partido. Y es que, como lo dije antes, no se duda del profesionalismo de los once que están en el campo de juego; sin embargo, las pasiones humanas también juegan en el fútbol, tanto dentro, como fuera de la cancha.


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