Escrito por: JADE.

El difícil Otoño-Invierno 2020


Hace pocos meses nadie podría haber adivinado la terrible situación que estaríamos viviendo hoy derivado de la pandemia del COVID-19. Aunque de alguna forma sabíamos desde hace décadas que no estábamos haciendo lo suficiente para cuidar a nuestro planeta y, por ende, a nosotros mismos, situación que ha llevado a desatar epidemias, catástrofes naturales, deterioro en la salud de las personas, extinción de algunas especies, así como la proliferación de otras que nos amenazan con la transmisión de enfermedades.

Pero como en la actualidad nuestra vida corre muy rápido y los distractores reales y artificiales son muy fuertes, demos como buena la primera versión: no lo vimos venir.

Sin embargo y a más de 6 meses de que inició la pesadilla del coronavirus, ya estamos en posición de saber qué puede pasar con respecto al comportamiento de los contagios en el futuro próximo. Y no hay señales alentadoras.

Todavía no termina el invierno y la reapertura en algunos países ha provocado el incremento de contagios. Se pensaba que se tenía más o menos controlado y la verdad es que la gente pensó que salir de nuevo a la calle, significaba el regreso a lo que siempre se hacía y no es así. Las medidas de prevención siguen siendo las mismas, pero la gente no quiso entender y ahí están los resultados.

Así mismo, hay países en los que la curva de contagios no se ha podido controlar y, desafortunadamente para algunos de ellos, forman parte del hemisferio norte, zona en la que está próxima la entrada del otoño.

Con ello, la Organización Mundial de la Salud, ha advertido que no sólo el coronavirus representa un peligro, sino la simultaneidad con el padecimiento estacional de la influenza. No se necesita explicar la terrible circunstancia que estaremos por pasar.

Existe la posibilidad real de más enfermos con pocas posibilidades de distinguir entre un virus y otro, por la similitud de los síntomas. También que una persona enferme de ambos virus al mismo tiempo o en períodos muy cercanos.

Los climas fríos invitan a las personas a estar más cerca y, como sabemos, en algunas regiones el otoño es frío, pero si en otras no, el invierno lo será inevitablemente.

El problema es que mucha gente, como mencioné arriba, no quiere entender que las medidas continúan y lo que puede provocar es un nuevo cierre en las actividades económicas y sociales en las ciudades, con las consecuencias desastrosas en el ingreso familiar y la salud emocional de todos nosotros.

No está de más insistir en las medidas básicas para evitar contagios: distanciamiento social de al menos un metro y medio, lavado de manos, medidas de protección al toser y estornudar, uso estricto de cubrebocas.

Además y recomendado por el Director de la OMS, ahora se puede decir que incluso el saludo de codos puede ser inseguro ya que eso acerca a las personas a menos de un metro.

No es una recomendación que deba desecharse; por el contrario, debido a que en México somos demasiado querendones para saludar, sería bueno que pusiéramos un alto a esa práctica por mucho tiempo.

Adiós a los saludos de manos, codos y besos en la mejilla. Adiós a la cercanía en lugares públicos, adiós a hablar sin cubrebocas o mascarillas.

Cuídate y cuida a los demás. La temporada otoño-invierno será muy riesgosa y, aunque sea doloroso, debemos evitar al máximo el contacto cercano con otros. Ya llegará el momento en el que podamos abrazarnos sin temor a enfermarse.

Ten presente la Influenza H1N1, se juntará con el coronavirus y las consecuencias para nuestra salud serán aún peores.


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