Escrito por: JADE. 

Hiroshima


6 de Agosto de 1945, una fecha que avergüenza al mundo. Ese día una bomba atómica fue arrojada en la ciudad de Hiroshima y, peor aún, 3 días después fue arrojada otra en la ciudad de Nagasaki. Miles de inocentes perdieron la vida.

Los problemas, delirios y sueños de grandeza de líderes irresponsables y sanguinarios borraron los sueños de personas que no tenían nada que ver con los conflictos bélicos que se llevaban a cabo en el mundo por esa época.

Dicen que cuando se acaban los argumentos, comienzan los insultos y de los insultos, lo que sigue es la violencia. El mayor y más desgarrador ejemplo es el infame envío de aviones estadounidenses cargados con esas bombas atómicas para descargarlas sobre esos pueblos.

Hoy el recordatorio de las víctimas debe ser una exigencia de todos los pueblos hacia los líderes del mundo para que no se atrevan a realizar un crimen de esa magnitud y ningún otro. Porque si bien es chocante imaginar ese crimen en masa, es igualmente chocante e inaceptable un crimen aunque sea de una sola persona; sobre todo, cuando se trata de gente que no está en el conflicto, sino que es víctima de estar en medio de irresponsables, narcisos y ambiciosos.

Luego de ver las imágenes recientes de la tragedia en Beirut, pudimos refrescar el doloroso recuerdo de aquello que pasó en Hiroshima. Sirva esto, aunque con gran pesar para el Líbano y todos nosotros, para que el mundo entero diga: nunca más!!!

Desafortunadamente, el mundo ha presenciado en la última década el ascenso de gobiernos liderados por gente que evidencia una clara inestabilidad emocional, lo que los lleva en situaciones desesperadas a tomar decisiones crueles y ruines sin remordimiento alguno. Es la sociedad en su conjunto, la única capaz de contener los oscuros deseos de personas como estas, que no se tocarán el corazón para decidir sobre la vida y la muerte de miles, quizá millones de personas.

Estemos atentos, porque mientras la tragedia económica derivada de la pandemia del COVID-19 se agrave, quienes forman parte de los gobiernos y todos sus intereses creados pueden llegar a desestabilizar el orden mundial de tal forma, que nos puede orillar a una guerra que sería de proporciones aún mayores que las que hemos conocido y nos han conmovido hasta las lágrimas.

El descubrimiento de una vacuna, su distribución inequitativa, el bloqueo de la misma a otras naciones y otras cosas, son motivos suficientes como para desatar la locura en muchos y despertar los deseos de una guerra. Es por eso que tenemos que estar atentos y guardar la calma, pero sobre todo, la cordura, el sentido común y sentimiento de comunidad.

A 75 años de la bomba atómica en Hiroshima tenemos que gritar y gritar fuerte: nunca más!!! 🛑


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